Las personas acuden a terapia con un problema que necesitan resolver y para conseguir la autonomía
El terapeuta acompaña a la persona en este viaje. A menudo la persona no se da cuenta de que una parte del problema es que no domina su propio autonomía y autoestima. Para tener una buena salud mental, necesitamos ser dueños de nuestros actos, de nuestras emociones y de nuestros sentimientos. Así, podemos aprender a manejar de forma madura y duradera todos los retos que la vida nos echa.
¿Cómo se trabaja la autonomía en las sesiones?
Se va al ritmo del cliente, guiándole para que se de cuenta, poco a poco, de qué es lo que realmente quiere y necesita. No siempre se acaba tratando el problema original, o sus necesidades se modifican según cómo avanza el proceso de terapia. Lo realmente positivo es que consigue aprender herramientas para seguir con su vida de forma segura, sana y tranquila, con esta autonomía y autoestima recién recuperadas.